En la danza contemporánea y acrobática, cada salto, giro o caída tiene un origen más profundo de lo que parece. Los movimientos acrobáticos son un reflejo del dinamismo de la naturaleza. ¿Has pensado alguna vez en cómo un/a bailarín/a emula el vuelo de un ave o la fuerza de una ola?
En Anna Mateu Cia creemos que la danza es un puente entre el cuerpo y los elementos naturales. Este enfoque da sentido estético a nuestras coreografías y también nos ayuda a crear experiencias únicas para el público y las bailarinas y los bailarines.
En este artículo te contamos cómo se conectan los movimientos acrobáticos con la naturaleza, y por qué esta conexión transforma la danza en un arte más vivo y auténtico.
La danza como expresión de la naturaleza
Nosotras entendemos la danza acrobática como algo más que técnica o espectáculo. Nuestros cuerpos son parte del entorno, y por eso nos inspiramos en la naturaleza para crear cada movimiento.
Los bailarines y las bailarinas también se entrenan para hacer acrobacias, para sentir y representar los elementos naturales en escena:
• Aire: Cuando saltamos, imitamos el vuelo. El cuerpo se libera del suelo y siente la ingravidez, como una ráfaga de viento.
• Tierra: Los apoyos, equilibrios y caídas son un regreso al origen, al suelo que sostiene y da estabilidad.
• Agua: Las transiciones fluidas entre acrobacias recrean el fluir de un río o el ritmo de las olas.
El ritmo natural en cada coreografía
Cada coreografía acrobática sigue un ritmo que va más allá del conteo musical. Es un ritmo orgánico, como el de la respiración o el latido de la tierra. Los bailarines aprenden a escuchar su cuerpo y el espacio, creando un diálogo constante con los elementos.
Beneficios de conectar acrobacia y naturaleza
Para quienes practican la danza acrobática, inspirarse en la naturaleza significa mucho más que entrenar el cuerpo. Es un proceso de conexión profunda, donde cada movimiento despierta mayor conciencia física y emocional. Aprender a sostenerse, equilibrarse o lanzarse al aire implica también aprender a confiar en el propio ritmo, desarrollando fuerza, flexibilidad y una capacidad creativa que fluye sin rigidez, como lo hacen los ciclos naturales.
Quienes asisten a un espectáculo acrobático con este enfoque no solo presencian una serie de destrezas técnicas. Viven una experiencia sensorial y emocional que trasciende lo visual. Los cuerpos en movimiento se convierten en viento, tierra y agua, transmitiendo mucho más que acrobacia: transmiten vida, conexión y emoción compartida.
Danza, cuerpo y naturaleza en armonía
La danza acrobática nos recuerda que el cuerpo es parte del mundo natural. Saltamos, giramos y caemos como lo hacen el viento, la tierra y el agua.
En Anna Mateu Cia trabajamos cada día para crear espectáculos y entrenamientos que respeten y celebren esa conexión. ¡Contáctanos!